Hoy comprendí a mi viejo…
Salte y mis pies
Se cubrieron con
Sus zapatos
Viejos
Desteñidos
De color
carmesí
Del dolor
Que conocí
Con olor
A lo que di
Fue a ti
Mi amor.
Como se esconde
La Tortuga
Y también quizás
La oruga
La una que carga
La pena
No endereza
La cabeza
Porque pesa
Gruesa
Caparazón
Fluido de razón
Que entiende
Que nada siente
Por que el que miente
Desmiente
Desde el vientre
Paciente
Espero mi justicia.
La otra que escapa
Después de la ansiedad
De devorar todo as su camino
Obesa
Mas gruesa
filamentos y nidos
nudos de pelos y cabeza
se rinde
vacaciona
reacciona
a un cambio mortal
transfiguración
etérea y a la vez real
belleza natural
que no perdura
Madura la pupa
de dura
a frágil
de frígida
a lívida
la vida
aviva
aleteando melodías
de primavera alegre
hasta que cae la noche.
Todos terminan allí
En el cementerio de los sueños
Si es que te atreves a encerrarte
cuando el misterio te cause miedo
si te atreves a verte de cerca
dejando ir tu jaula
el aula donde maduras
te liberas.
“Que tienen estos zapatos Viejos?
Que no los puedo tirar
Aunque tienen agujeros
Los aprecio de verdad
Ellos son mi historia
mi pena y mi Gloria,” canta la Treviño, –ñò
y es que les he agarrado cariño
pues en ellos camine
camino que hice andando
el que me trajo hasta aquí.
©Teresita Matos, mayo 2012
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